La aerolínea australiana Qantas debe reanudar sus actividades y los sindicatos de pilotos, mecánicos y personal de tierra tendrán que poner fin a su huelga, emprendida hace varias semanas. Así lo declaró el órgano de arbitraje laboral de Australia, que dio 21 días a todas las partes implicadas para que alcancen un acuerdo.
La línea aérea Australiana había anunciado este sábado la cancelación inmediata de más de 600 vuelos, lo que dejó en tierra a unos 80.000 pasajeros, entre los que se encontraban 17 líderes mundiales que participan en la cumbre de la Commonwealth y un número indeterminado de delegados.
Según el director gerente de Qantas, Alan Joyce, la decisión de suspender los vuelos se tomó debido a las "demandas imposibles" que reclamaban los sindicatos, que se mantienen en huelga para pedir una mejora salarial y de las condiciones de trabajo.
"Estábamos perdiendo más de 16 millones de dólares cada semana y me di cuenta que no teníamos otra salida", explicó Joyce, que puntualizó que la aerolínea ya ha perdido casi 75 millones de dólares.
Mientras tanto, la compañía Air France continúa con su huelga, lo que ha afectado a uno de cada cinco vuelos previstos para este domingo. Los auxiliares del vuelo abandonaron sus puestos de trabajo por segundo día consecutivo para protestar contra la reducción del personal.
Viejo Condor
RT.news (SIC)
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