En la madrugada del viernes unos desconocidos prendieron fuego a cuatro vehículos en el oeste de Berlín.
La noticia ha sido publicada por el matutino Berliner Morgenpost, con referencia a una fuente en la policía local.
La víspera se incendiaron nueve autos en Zehlendorf y Steglitz, dos barrios de Berlín poblados mayoritariamente por ricos.
Esta vez las quemas de autos se ha dado en los barrios Charlottenburg y Schöneberg, de Berlín. En Schöneberg, un desconocido prendió fuego a un Audi. El incendio fue sofocado por un transeúnte ocasional.
45 minutos después, los vecinos de Charlottenburg llamaron a bomberos, porque dos vehiculos estaban ardiendo en un estacionamiento local. Fue dañado un auto más que estaba cerca.
45 minutos después, los vecinos de Charlottenburg llamaron a bomberos, porque dos vehiculos estaban ardiendo en un estacionamiento local. Fue dañado un auto más que estaba cerca.
He aquí lo que piensa al respecto nuestro invitado Igor Reichlin, experto independiente en política europea para Alemania:
En Berlín, estas cosas suceden muy a menudo. Los hechos recientes obviamente tienen que ver con lo que ocurrió en Londres, pero no son parte de la misma cadena de acontecimientos.
Se trata de fenómenos y procesos sociales que se desarrollan en casi todas las ciudades importantes de Europa.
¿Quién lo habrá hecho? Un vándalo o algún representante de la ultraderecha enojado con los inmigrantres? Cualquiera de los dos o una mezcla de ambos.
El concepto de "vándalo" es bien vago. Si hablamos, por ejemplo, de los hinchas de fútbol, éstos apenas si tienen reclamos políticos. Y en cuanto a los extremistas, créanme, la diferencia entre los de la derecha y los de la izquierda no es tan grande como se suele pensar.
Se trata de fenómenos y procesos sociales que se desarrollan en casi todas las ciudades importantes de Europa.
¿Quién lo habrá hecho? Un vándalo o algún representante de la ultraderecha enojado con los inmigrantres? Cualquiera de los dos o una mezcla de ambos.
El concepto de "vándalo" es bien vago. Si hablamos, por ejemplo, de los hinchas de fútbol, éstos apenas si tienen reclamos políticos. Y en cuanto a los extremistas, créanme, la diferencia entre los de la derecha y los de la izquierda no es tan grande como se suele pensar.
En los últimos años, las quemas de autos en horas de la noche son más frecuentes en Berlín.
Según datos estadísticos, uno de cada dos casos se da por motivos políticos.
La policía sostiene que en Berlín opera un numeroso grupo delictivo que se ocupa de quemar autos. En su mayoría son jóvenes militantes de organizaciones extremistas.
Este año, en diferentes distritos de Berlín han sido quemados decenas de vehículos.
Hay 14 sospechosos detenidos por cargos de incendio premeditado.
Según datos estadísticos, uno de cada dos casos se da por motivos políticos.
La policía sostiene que en Berlín opera un numeroso grupo delictivo que se ocupa de quemar autos. En su mayoría son jóvenes militantes de organizaciones extremistas.
Este año, en diferentes distritos de Berlín han sido quemados decenas de vehículos.
Hay 14 sospechosos detenidos por cargos de incendio premeditado.
Lo que ha pasado en Berlín tiene especial relevancia después de los disturbios de Londres. Parece que las chispas de la conflagración londinense han alcanzado ciudades continentales.
El viernes, en Estocolmo, explotó una bomba dejada en una caja de arena de una plazoleta para niños. La explosión se produjo en el momento en que una niñita que cavaba la arena, se topó con un artefacto desconocido. La llevaron a un hospital donde se le hizo una cirigía en las manos. La operación duró 12 horas. Los médicos creen haberle salvado las exremidades. Este caso ha sido calificado como un intento de homicidio.
Cabe señalar que en Suecia, un país bien próspero, la gente reacciona vívidamente a lo que está sucediendo en el resto del mundo.
Cuando estallaron los disturbios en Londres, en un suburbio de Estocolmo también se dieron enfrentamientos entre la policía y grupos de jóvenes.
Una pandilla de 20 a 30 personas empezó a romper los cristales de una taquilla en la estación de metro Hasselby Gaard, en el oeste de la capital sueca.
Al ver llegar a la policía, empezaron a tirar piedras a los agentes de la ley. Uno de los instigadores está detenido, contra otros cuatro se ha emitido una orden de búsqueda y captura.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
Cuando estallaron los disturbios en Londres, en un suburbio de Estocolmo también se dieron enfrentamientos entre la policía y grupos de jóvenes.
Una pandilla de 20 a 30 personas empezó a romper los cristales de una taquilla en la estación de metro Hasselby Gaard, en el oeste de la capital sueca.
Al ver llegar a la policía, empezaron a tirar piedras a los agentes de la ley. Uno de los instigadores está detenido, contra otros cuatro se ha emitido una orden de búsqueda y captura.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)
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