El primer ministro ruso Vladímir Putin
El primer ministro ruso Vladímir Putin prometió hoy comprobar, si es fundado el embargo que Moscú decretó la víspera sobre las verduras crudas provenientes de la UE, pero afirmó que Rusia no piensa intoxicar a sus ciudadanos para complacer a nadie en medio de una epidemia causada en Europa por la bacteria E. coli.
El representante de la Unión Europea en Moscú, Fernando Valenzuela, manifestó esta mañana que la prohibición rusa se contradice con el espíritu de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a la que Moscú espera incorporarse en el presente año. Calificó de “sorprendente” que las medidas del Gobierno ruso vayan “en dirección contraria” a las reglas sanitarias y fitosanitarias de la OMC.
Putin, al intervenir hoy en el Foro ferroviario internacional en Moscú, afirmó “no podemos intoxicar a la gente en nombre de algún espíritu”. Prometió “comprobar si es fundado” el embargo pero al mismo tiempo recordó que Rusia sigue a la espera de que sus socios europeos, los cuales aún “no atinan a comprender qué es lo que pasa”, averigüen el origen de la epidemia que ha provocado hasta la fecha casi una veintena de víctimas mortales.
Los países de la eurozona, según Putin, “ya han peleado a muerte por esos pepinos y ahora implican en el escándalo” a Rusia.
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