Este diciembre se cumplen 90 años desde la creación del primer servicio de inteligencia extranjera en Rusia. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, asistió a una reunión solemne dedicada a esta fecha y declaró que la inteligencia rusa sigue siendo capaz de resolver sus misiones.
El mandatario prometió que las autoridades del país harán todo lo posible para mantener las buenas condiciones de vida de los agentes de inteligencia rusos para que su trabajo sea efectivo. “Este año, como muchos otros, fue bastante difícil para la inteligencia rusa, pero pienso que este servicio conserva todas las posibilidades para la operativa y eficaz solución de sus misiones”, dijo Medvédev.
Para la inteligencia rusa este año estuvo marcado por un clamoroso escándalo de espionaje, cuando diez personas fueron detenidas en EE. UU., y acusadas de espiar para Rusia. Tras una serie de investigaciones y sesiones judiciales se tomó la decisión deintercambiar a los 10 arrestados por cuatro espías de Estados Unidosencarcelados en Rusia. Gracias a este hecho los agentes rusos pudieron volver a su patria. Algunos de ellos fueron galardonados con condecoraciones estatales.
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El 90 aniversario del Servicio se celebra en Rusia con varias reuniones y ceremonias solemnes. Hace varios días en el centro de Moscú se inauguró una placa de bronce dedicada al más famoso agente de la inteligencia soviética, el británico Kim Philby.
El Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR, por sus siglas en ruso) tiene sus raíces en los primeros años de la URSS, cuando en diciembre de 1920, tres años después de la Revolución bolchevique, se creó el primer servicio encargado de ejercer las labores de inteligencia exterior. Desde los años soviéticos este servicio formaba parte del Comité para la Seguridad del Estado (KGB, por sus siglas en ruso). En aquellos tiempos los servicios de inteligencia rusos estaban entre los más poderosos y efectivos del mundo, al nivel de la Mosad y la CIA. Tras la caída de la URSS en 1991 se creó el actual SVR.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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