Rusia continúa la búsqueda de socios para desarrollar el programa PAK FA (según sus siglas en ruso) para la creación del caza de quinta generación.
Además de India, que ya aceptó cooperar con Rusia en el diseño y producción de este avión de combate, posiblemente Brasil será otro socio valioso en este proyecto aeronáutico de mucha perspectiva.
El director adjunto del Servicio Federal de cooperación técnico-militar, Alexandr Fomin, declaro esta semana que Rusia adelanta negociaciones con Brasil sobre el intercambio de tecnologías en aeronáutica y la posibilidad de crear en el país suramericano una planta ensamblaje en serie de cazas de modelos nuevos.
El caza del programa PAK FA en próximo decenio deberá reemplazar a los cazas de cuarta generación que actualmente utiliza la Fuerza Aérea de Rusia.
Las trabajos para la creación del caza de generación avanzada comenzaron en la URSS en la década de los años 80 a mediados de los años 90, entonces la empresa aeronáutica Mikoyan puso en marcha el proyecto MiG 1.44, mientras que la empresa Sukhoi el proyecto S-37.
Desde el inicio, el proyecto S-37 no estaba destinado a la creación de un nuevo aparato, sino un programa para desarrollar una serie de innovaciones tecnológicas de aviación.
En cambio, el proyecto MiG 1.44 pudo conllevar a la aparición de un nuevo modelo de caza, pero debido a la falta de financiación ese proyecto se suspendió.
A finales de los años 90, la industria aeronáutica rusa contaba con dos proyectos inconclusos para fabricar aviones de combate tecnológicamente caducos y desde el punto de vista operativo inadecuados.
La conclusión de esos proyectos, y la puesta en marcha de la producción en serie de los aviones, permitiría a la Fuerza Aérea Rusa obtener aviones de combate con retraso tecnológico de al menos diez años en comparación con el caza F-22 estadounidense.
Por esa razón, a comienzos del actual milenio, Moscú adoptó la decisión de crear y fabricar un caza nuevo (programa PAK FA), y todas las empresas rusas constructoras de aviones de combate como Sukhoi, Mikoyan y Yákovlev expusieron sus variantes respectivas.
Finalmente, la empresa Sukhoi fue designada empresa piloto del proyecto. Según diversas fuentes, el caza recibió el índice de fabricación PAK FA T-50.
A partir del momento en que se puso en marcha el proyecto, expertos y fuentes competentes indicaron que el primer vuelo de prueba del aparato ruso podría realizarse entre el 2008 y el 2010.
Pero a finales del año pasado, el comando de la Fuerza Aérea de Rusia reveló que el primer vuelo del T-50 se producirá en agosto 2009. Meses antes en el verano boreal de 2008, tras la aprobación de toda la documentación, los planos para la fabricación del aparato fueron remitidos a la fábrica de Sukhoi en la ciudad de Komsomolsk del Amur, en el Extremo Oriente del país.
Según fuentes autorizadas, en la planta de Komsomolsk del Amur funcionará la cadena de producción del T-50 y actualmente, en talleres especiales avanza la construcción de tres aparatos (prototipos) que se utilizarán en los diferentes ciclos de experimentación que durarán entre cinco y seis años.
La fase siguiente comprende la designación de los certificados correspondientes por parte de diferentes entidades rusas, y después comenzará la fabricación en serie del avión, probablemente a comienzos del año 2015.
Hasta el momento, no existe información oficial sobre las características técnicas y operativas del T-50 y a partir de las pocas informaciones que circulan entre expertos, será un caza de la categoría pesada con un peso de despegue superior a las 30 toneladas, que más o menos corresponde a los actuales Su-27.
Entre los pocos detalles conocidos se sabe que en los tres modelos de prueba y experimentación se instalarán propulsores 117 fabricados por la empresa Saturn a partir de turbinas de la clase Al-31.
Filtraciones de prensa aseguran que el radar a bordo será diseñado por el Instituto de Investigaciones Tijomirov, constructor el radar Irbis para el caza Su-35 BM un caza de generación intermedia (IV+++) y a juzgar por los trabajos que desarrolla el mencionado instituto, el armamento y los sistemas del T-50 serán fabricados en base a los armamentos y sistemas introducidos en el Su-35.
Rusia busca socios extranjeros para desarrollar y producir el nuevo caza, porque necesita compartir la carga financiera de un proyecto altamente costoso como es el desarrollo de un caza de quinta generación.
Esa misma vía optó Estados Unidos para fabricar el F-35 que fue resultado de un programa conjunto en el que participó Inglaterra, Holanda, Italia, Austria, Canadá, Dinamarca, Noruega y Turquía.
Además de aporte financiero, la cooperación en el campo aeronáutico con Brasil permitirá a Rusia tener acceso a tecnologías de aviación de mucho interés, en particular con la empresa Embraer, fabricante de aviones polivalentes Tucano y Super Tucano, que según expertos, son aviones ideales para conflictos locales y de poca intensidad y desde el punto del mantenimiento, mucho más económicos que los otros cazas que se venden en el marcado.
No se descarta la posibilidad que aviones de ese tipo con innovaciones tecnológicas brasileñas se producirán en Rusia.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Ilia Kramnik
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
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