Argentina es el quinto país del mundo con más 'think tanks' -centros de estudios o depósitos de ideas, según su traducción literal- de acuerdo a la información recopilada por una universidad en Estados Unidos.
El estudio de la Universidad de Pennsylvania, que clasifica estas organizaciones dedicadas a la investigación y a las políticas públicas, posiciona al país sudamericano detrás de EE.UU., Gran Bretaña, Alemania y Francia en cantidad de este tipo de organismos.
De los 5.550 que hay en todo el mundo (538 de ellos situados en Latinoamérica), 122 están en Argentina. En la región le siguen México con 54, Brasil con 39 y Chile con 36. En tanto España tiene 49, de acuerdo con el informe académico.
Las instituciones argentinas también logran una buena posición en cuanto a calidad, con 12 'think tanks' nombrados entre los principales 407 de todo el mundo.
¿A qué se debe la popularidad de estos organismos en el país? Y ¿por qué no se ve reflejado este interés en las instituciones públicas?
Según Federico Merke, del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), elegido como el mejor 'think tank' de América Latina y el Caribe, el fenómeno tiene que ver con la falta de interés de muchas personas en formar parte del gobierno o del Estado.
Merke le dijo a BBC Mundo que no existen incentivos por parte del Estado para atraer a pensadores y académicos y además no existe una continuidad en el servicio público.
Poco margen
Argentina está situada detrás de EE.UU., Gran Bretaña, Alemania y Francia.
"Hay una sensación de que el Estado argentino está muy politizado, hasta en las unidades más pequeñas de decisión", afirma, explicando que "el imaginario es que el espacio o el margen de acción para hacer una diferencia es relativamente limitado".
Para Merke a pesar de no poder ejecutar políticas, desde un 'think tank' se puede "ejecer presión, llamar a la conciencia, plantear puntos en los medios de comunicación, realizar marchas, movilizaciones, seminarios, debates", que son otra forma de participar.
Merke destaca que estas organizaciones no gubernamentales son "un puente entre el mundo de las ideas y el mundo de la acción" y ofrecen un espacio en el que pueden acercarse los funcionarios y la sociedad.
Miguel Braun, director ejecutivo del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) -también elogiada en el informe- coincide con la importancia del papel que juegan estos organismos en la sociedad.
Pero además, para Braun los 'think tanks' cumplen un papel fundamental en la formación de funcionarios, y se nutren de la experiencia de quienes dejan la función pública para volver al ámbito privado.
"Creo que mejoramos la calidad institucional del país. Que haya múltiples voces en la difusión de la política pública y no una voz monolítica desde el Estado fortalece la calidad de la discusión pública y por lo tanto de las políticas públicas", le dijo a BBC Mundo.
Viejo Condor
BBC Mundo (SIC)
Verónica Smink
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