La cumbre arrancó con una primera intervención del presidente de EE.UU, George W. Bush, que alertó contra la adopción de medidas proteccionistas.
En unas declaraciones al comenzar la reunión de las principales economías desarrolladas y en desarrollo, Bush se declaró "complacido" con los progresos alcanzados para atajar la crisis financiera y para trazar medidas que impidan que se repita.
El presidente también expresó su satisfacción porque los líderes que participan en la cumbre han "reafirmado los principios que respaldan la apertura de mercados y el libre comercio".
"Uno de los peligros en una crisis como ésta es que la gente empiece a poner en marcha políticas proteccionistas", declaró. Bush advirtió de que la crisis "no ha acabado" y agregó que, aunque se han logrado algunos progresos, "aún queda mucho trabajo por hacer".
Brown confía en un acuerdo de medidas concretas
En una línea similar se pronunció el primer ministro británico, Gordon Brown, quien reconoció que las conversaciones son difíciles pero espera que los países logren un acuerdo durante la reunión para adoptar medidas concretas.
Uno de los borradores del documento final que se debaten en la cumbre pasa de puntillas sobre las discrepancias entre Estados Unidos y Europa para fortalecer la regulación de los mercados.
En el mismo documento, figuran la posibilidad de una segunda reunión de gobernantes del G20 en Europa, posiblemente Londres, entre abril y mayo.
Diferencias sobre la intervención estatal
Las principales diferencias en esta cumbre de países desarrollados y emergentes se refieren a la intervención estatal y la regulación de los mercados.
La Unión Europea propone que se endurezca la regulación, especialmente en cuanto al funcionamiento de los fondos de alto riesgo y a las indemnizaciones de los directivos, algo a lo que Estados Unidos se opone.
El borrador de la declaración final de la cumbre deja a cada país la opción de elegir sus propias medidas, pero pone como plazo máximo el 31 de marzo para que cada Gobierno extienda la vigilancia de los fondos de alto riesgo y ejerza un mayor control sobre las firmas de calificación de riesgo.
Se espera que la declaración final apoye los pasos que cada país ha dado para frenar el deterioro económico, especialmente aquellos que han puesto en marcha planes de estímulos fiscales y medidas monetarias, como rebajas de tipos de interés.
Éste es uno de los grandes caballos de batalla en EE.UU. El presidente electo es partidario de un nuevo conjunto medidas de estímulo y presiona al Congreso para que lo apruebe antes de que tome posesión el nuevo Gobierno.
Si el Congreso no actuara, Obama ha prometido que será lo primero que haga apenas llegue a la Casa Blanca, el 20 de enero.
Bush y el Partido Republicano, por el contrario, son menos partidarios de poner en marcha ese plan, aunque no lo han descartado de manera tajante.
La cumbre de hoy tiene prevista su conclusión para las 15.00 hora local (20.00 GMT), cuando Bush leerá el comunicado final.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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