Una delegación militar rusa, encabezada por el Jefe del Estado Mayor de Defensa Antiaérea (DAA) del Ejército ruso, teniente general Alexandr Máslov, viajó ayer a Cuba para celebrar consultas sobre defensa antiaérea. El asesoramiento de la Isla en materia de defensa antiaérea es una respuesta del Kremlin al escudo antimisiles de EEUU en Europa del Este.
En las relaciones entre Moscú y La Habana se perfila últimamente la tendencia a un vertiginoso mejoramiento, destacan expertos.
Entre otras cosas, se ventila la posibilidad de organizar en Rusia cursillos de recapacitación profesional para oficiales cubanos. A tales efectos, forma parte de la delegación representante de la Academia de Defensa Antiaérea (ubicada en la ciudad de Smolensk, al oeste del país), la única en Rusia.
Se trata de la primera visita de altos cargos militares rusos después del cierre del centro de exploración radioelectrónica de Lourdes (2001).
El Ministerio de Defensa comunicó que la visita reviste un carácter meramente técnico y guarda relación con el mantenimiento y explotación de misiles antiaéreos portátiles "Igla", de sistemas móviles de misiles antiaéreos "Osa-AL" y "Kvadrat" y de radares móviles "Terek" y P-19, en dotación del Ejército cubano.
Justamente esta clase de armas da cobertura a los aeródromos. También pueden utilizarse sistemas de alcance mayor (digamos, S-300 ó S-400).
Analistas coinciden en que el asunto no se limitará a reparar viejo armamento antiaéreo en la Isla caribeña.
Anatoli Tsiganok, director del Centro de Pronóstico Militar, vincula la visita de la delegación a los planes estadounidenses de emplazar escudo antimisiles en Polonia y la República Checa. La misma opinión expresa Alexandr Pikáev, experto del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales: "Aunque a nivel oficial esta hipótesis sea refutada por todos los medios, es evidente que las acciones de Rusia constituyen una respuesta a la DAM de EEUU en Europa y a la decisión de la OTAN de ayudar a Georgia a reanimar su defensa antiaérea", expresó el politólogo.
El verano pasado se barajaban enérgicamente las suposiciones de que los Tu-160 (aviones estratégicos que reanudaron el patrullaje de zonas del mundo muy alejadas de Rusia) podría utilizar aeródromos cubanos para hacer escala técnica como una posible respuesta al escudo antimisiles. En aquella ocasión, el Ministerio de Defensa confirmó que aviones rusos ya habían aterrizado en Cuba y reconocido el terreno, pero no fueron bombarderos.
Anatoli Tsiganok opina que las entradas en Cuba de aviones, buques y submarinos rusos sería resultado lógico de la visita actual. "Para empezar, se planificarían ejercicios conjuntos, luego de lo cual empezarían a suministrarse armamentos", dijo.
Viejo Condor
Extractado de articulo original
RIA Novosti
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