Rusia rechaza la apuesta por la fuerza para dar solución a problemas internacionales, manifestó hoy Serguei Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores.
Una de las lecciones de la reciente crisis caucasiana es que "la apuesta por la fuerza y la renuncia a los compromisos internacionales no hacen sino generar problemas (...) y obstruye el arreglo global de diversos conflictos", declaró Lavrov al intervenir este viernes en la conferencia "Mundo Común: Progreso vía Diversidad", foro que reunió en la capital kazaja a los cancilleres de países islámicos y occidentales.
El jefe de la diplomacia rusa aprovechó la ocasión para recordar que el ataque georgiano contra Osetia del Sur destruyó el casco histórico de Tsjinvali, incluidas más de diez obras singulares del patrimonio cultural como una iglesia medieval o el barrio judío con la sinagoga, así como la Universidad y la mayoría de edificios residenciales y escuelas.
Al reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, dijo, Rusia se guió "en igual medida por razones legales, éticas y pragmáticas" y actuó en primer término "en beneficio de la seguridad y la propia supervivencia de los respectivos pueblos que forman parte de la diversidad de civilizaciones presente en la región caucasiana".
El ministro aseguró que Moscú seguirá defendiendo estos valores supremos, así como el derecho del hombre a la vida, la libertad y la protección contra la discriminación por criterios étnicos. "Impugnaremos los intentos de sacrificar estos valores en aras de una política del mundo unipolar que se sustenta en la mentalidad de bloques (militares) y en el doble rasero".
En su discurso, Lavrov propuso también examinar la creación de un Consejo Confesional Consultivo en el marco de las gestiones que la ONU desarrolla para promover la Alianza de Civilizaciones.
Viejo Condor
RIA Novosti (RIA)
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