La ley podría en algunas semanas convertir a Bélgica el primer país de Europa que prohíbe el uso público de atuendos como el burka o el niqab, prendas tradicionales usadas por mujeres en países del mundo árabe y de religión islámica: un velo que tapa la cabeza que deja sólo una pequeña abertura a nivel de los ojos.
El proyecto de ley que contempla hasta una semana de cárcel, fue aprobado ya por la Comisión del Interior de la Cámara de Diputados de Bélgica, y deberá ser sometida a votación en sesión plenaria de la Cámara baja y luego por el Senado, probablemente a mediados de abril próximo.
Esta propuesta fue apoyada unánimemente por todos los miembros de la Comisión, aunque los diputados ecologistas señalaron su preocupación ante una posible posterior anulación por el Tribunal Constitucional y la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra Bélgica.
Si el proyecto de ley es aprobado por el pleno en abril, a partir del verano ni el burka ni el niqab serán tolerados en la calle ni en edificios de carácter público. Al entender como "espacio público" a calles, caminos, parques, terrenos deportivos, así como edificios de servicio público, la propuesta belga se convierte en una de las más restrictivas de Europa.
El llevar cualquier velo que tape totalmente el rostro podría suponer multas de entre 15 y 25 euros, así como una pena de prisión entre uno y siete días. Además, si el fiscal no persigue judicialmente a quienes la lleven, los municipios tendrán la oportunidad de imponer una multa administrativa.
Se prevén excepciones para permitir llevar cubierto el rostro en ciertas celebraciones festivas, por ejemplo, en un carnaval.
Después de Francia, Bélgica se convierte en el segundo país europeo que prohíbe el velo islámico en lugares públicos. Aún así, esta medida del Parlamento belga iría más allá del proyecto francés, que restringe el empleo del velo islámico integral solo en ciertos lugares públicos.
Mientras que Francia se inclina por la prohibición parcial del velo integral, los parlamentarios belgas que votaron hoy en la Comisión del Interior optaron por una prohibición general, sin hacer distinciones entre el burka o el nikab.
Estas restricciones legislativas de la Comisión del Interior no son los primeros pasos en Bélgica para prohibir a las mujeres musulmanas el uso de la ropa tradicional. El septiembre del año pasado, el Consejo de Educación en la región de Flandes prohibió el velo islámico en las escuelas públicas a partir principios de este año.
Además, mientras los diputados del Parlamento discuten sobre proyectos de leyes restrictivas para las musulmanas, las autoridades belgas multan a aquellas mujeres que usen el nikab. Por ejemplo, en diciembre de 2009, en Bruselas una musulmana tuvo que pagar una multa de 200 euros por usar esa prenda en un lugar público.
La comunidad musulmana de Bélgica consiste en unas 400 mil a 600 mil personas. Sus mujeres suelen usar el pañuelo "hijab" que deja descubierto el rostro, pero también provoca acalorados debates en la sociedad de ese país.
Viejo Condor
RT (SIC)